Casa Hidalgo. Un acercamiento histórico a este sitio es observar la Casa que brindó albergue a Miguel Hidalgo en su paso a la Ciudad de México el 5 y 6 de noviembre de 1810. En el Estado de México se encuentran conventos, iglesias y catedrales, sitios que se distinguen por su arquitectura ibérica del siglo XVI y en algunos aspectos evidencian la influencia de sus constructores indígenas, como se observa en la Parroquia de San Jerónimo, en este Pueblo con Encanto.
Parroquia y ex Convento de San Jerónimo. El edificio de la parroquia y ex convento se empezó a construir en 1540; quien se acerque a este recinto, puede disfrutar de la sencillez propia de los franciscanos y de un estilo heredado del medioevo europeo que luce contrafuertes y ventanas pequeñas. Ya en 1674, en otra etapa de construcción, se levantó la parroquia con un estilo barroco modificado llamado Tequitqui, esto es, la interpretación indígena de las formas europeas. En un recorrido por el interior observarás un vistoso reloj de sol, un óleo de la Santísima Virgen de Guadalupe y una pintura de Miguel Cabrera realizada en 1790, “La Última Cena”, que muestra el majestuoso trabajo de uno de los artistas más cotizados en la época virreinal. En el ex Convento sobresalen el óleo de San Antonio de Padua, la pintura de San Juan Nepomuceno y el de un franciscano abrazando la Santa Cruz.
Balneario Municipal. Después de algún recorrido por las inmediaciones, el Balneario Municipal (ubicado en las calles de Iturbide y Corregidora), con su alberca olímpica, es el lugar ideal para practicar la natación o simplemente refrescarse; durante los periodos vacacionales se engalana con puestos de comida típica, artesanías y espectáculos musicales que complementan la diversión.
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